En los diversos ámbitos de las actividades productivas y de servicios se habla de la importancia de la calidad en los procesos, los productos y los servicios. En particular, nosotros exigimos como consumidores que los productos que adquirimos satisfagan plenamente nuestras necesidades y tenemos derecho a eso. Sin embargo, poco se habla de que sólo mediante la normalización podemos obtener Calidad en esos productos y servicios.
Aunque las actividades de la Normalización han tenido y siguen teniendo un rol de singular importancia para que podamos disfrutar de productos de calidad y por ende, en una mejor calidad de vida, en muchos sentidos y quizás no con intención, es la gran olvidada cuando se habla del tema de la Calidad.
La Normalización es el conjunto de actividades que brindan soluciones a problemas actuales o potenciales, mediante disposiciones de uso común y continuado dirigidos a la obtención del nivel máximo de orden en un contexto dado. En particular, estas actividades consisten en los procesos de elaboración, revisión y aprobación de normas.
Aunque no sea tan destacada su participación, la Normalización está presente en casi todas las actividades donde interviene la mano del hombre. Desde la antigüedad, la Humanidad a la par que ha ido desarrollando actividades para satisfacer sus diferentes necesidades, ha venido creando reglas a fin de obtener un cierto grado de orden en los procesos sociales y económicos. Es bien conocido el desarrollo de leyes y reglamentos que han permitido a las sociedades favorecer la convivencia de sus ciudadanos, y desarrollar los aspectos culturales que les caracterizan, pero, no es tan conocido el esfuerzo realizado por la Normalización para crear las normas que regulan las actividades humanas y que han favorecido el progreso de los pueblos.
A partir de la Revolución Industrial, se incrementó la necesidad de un mayor orden en las actividades económicas y en sus resultados. Temas como la producción en masa, la división del trabajo, la eficacia y la eficiencia de los procesos y el uso de las mejores prácticas de fabricación y de prestación de servicios han sido problemas a resolver en el ámbito de la producción y de la prestación de servicios. La Normalización vino a responder a esta necesidad a través del desarrollo y aplicación de las normas, las cuales han proporcionado y siguen proporcionando soluciones a los más diversos problemas de nuestra sociedad actual. Por tanto, la Normalización continúa brindándonos, aún en nuestros días su contribución, la cual es determinante, no solo para el progreso de la Humanidad, sino para propiciar la integración entre los diferentes factores que intervienen en mejorar nuestra calidad de vida.
La Normalización guarda una estrecha relación con la Calidad de los bienes y servicios que disfrutamos actualmente, y es corresponsable de las comodidades y de los avances tecnológicos de hoy, pero su compromiso va más allá. Sabemos que el progreso ha traído muchas cosas buenas, pero también los avances tecnológicos y de producción están afectando la salud del planeta y esto también afecta nuestra calidad de vida. En ese campo, la Normalización puede brindar soluciones orientadas al uso de tecnologías más limpias, de procesos ambientalmente sustentables y una gestión ambiental eficaz que nos permita recuperar y conservar el medio ambiente.
Adicionalmente a la Calidad y al impacto en el Medio Ambiente, la Normalización mediante el desarrollo de normas de Sistemas de Gestión está proporcionando directrices y requisitos para otras áreas, tales como la Salud y Seguridad laboral, la inocuidad alimentaria, la responsabilidad social y abre caminos a nuevos ámbitos que cada día surgen como producto de los nuevos paradigmas empresariales, como por ejemplo la tecnología de la información y el Internet.
Por todo lo anterior, es claro que sin la Normalización y sin normas, difícilmente puede haber calidad, y por ende, Calidad de Vida para las personas. Recordemos que en nuestro país la Calidad es un derecho constitucional (artículo 117 de la Constitución) y, para garantizar este derecho, requerimos de un sólido sistema de Normalización, donde todos participemos sin exclusiones. Venezuela se lo merece.
En estos momentos Venezuela no cuenta con un Organismo Nacional de Normalización. Hasta el año 2009 FONDONORMA llevó adelante esta función pero el Gobierno Nacional por decreto y amparado en las disposiciones de la Ley del Sistema Venezolano para la Calidad aprobada en 2002, le retiró esta designación, quedando como un simple organismo de normalización, De esta manera, se perdió la representación ante la Organización Internacional para la Normalización ISO, quedando nuestro país por los momentos fuera del contexto internacional de esta importante actividad. Por lo tanto, es una necesidad prioritaria que Venezuela nuevamente forme parte de ISO. No debemos seguir aislados en materia de normalización internacional. Debemos estar en ISO como todos los países del mundo. Es importante y necesario.
Debemos destacar que esta incorporación no debe ser simplemente para figurar en la lista de países integrantes, sino para tener una participación activa en este proceso, eso sí, con personas idóneas, con la trayectoria, experiencia y competencias necesarias para que las normas internacionales se adecuen a nuestras necesidades en la medida de lo posible y para contar con el acceso a las mejores prácticas aplicadas a nivel mundial que están reflejadas en los documentos que desarrolla y publica esta organización no gubernamental.
ALGUNOS TIPS IMPORTANTES PARA RECORDAR
o Las normas venezolanas COVENIN ESTÁN desactualizadas. La más reciente norma COVENIN fue aprobada en 2005. Seis (6) años es una eternidad en Normalización.
o El Gobierno Nacional aparentemente está tramitando el reingreso de Venezuela a ISO. Para que esto sea posible debe crear un Ornanismo Nacional de Normalización o devolverle la designación a FONDONORMA
o Para que la Ley del Sistema Venezolano para la Calidad entre en plena vigencia y se impulse definitivamente el movimiento de la Calidad en Venezuela, el Gobierno Nacional debe crear e instalar el Consejo Venezolano de la Calidad con todos los factores comprometidos con este tema.
“El verdadero líder no le dice a la gente lo que necesita. Interpreta sus necesidades y proporciona las respuestas”
RECOPILADO POR: José Manuel Sarmiento M.
PARA: Jornadas de Mantenimiento y Calidad UNEFA Chuao
Noviembre 2011